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Cero absoluto: un modelo para la erradicación de enfermedades

En 1989, la OMS declaró la Viruela como la primera enfermedad humana erradicada y en 2011, la OIE anunció la erradicación de la primera enfermedad animal, la Peste Bovina. Estos éxitos han demostrado claramente que las enfermedades pueden ser eliminadas del planeta.

Sin embargo, obliga a las coaliciones mundiales a trabajar conjuntamente para implementar programas de vacunación eficaces. Esto requiere un fuerte apoyo internacional a la I+D+i en materia de vacunas y un mejor acceso al mercado en las regiones donde es fundamental que estas herramientas lleguen a los profesionales de la salud humana y sanidad animal.

La Peste Bovina (o peste del ganado) ha sido responsable de la muerte de millones de animales desde la época romana.
Una desastrosa epidemia en 1920 condujo a un esfuerzo coordinado internacionalmente para controlar las enfermedades animales con la formación de lo que acabaría convirtiéndose en la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE).
En la década de los 50 se desarrolló una vacuna mejorada que permitió un mejor control. Además, la Oficina Interafricana de Enfermedades Epizoóticas ayudó en el control de esta enfermedad en África. Sin embargo, sin una campaña global de vacunación sostenida, la enfermedad sigue estando presente.
La FAO y la OIE crearon el programa de erradicación global de peste bovina en 1994 tras un devastador brote en los años 80, y rápidamente empezaron a trabajar con los países en estrategias de erradicación. El objetivo era erradicar en todo el mundo la peste bovina para 2010.
10 años después del último caso de peste bovina detectado, la FAO y la OIE declararon la erradicación de la enfermedad en 2011. Los expertos estiman que, en 10 países africanos, la desaparición de la Peste Bovina produciría un ahorro anual de 111 millones USD y proporcionaría 126.000 toneladas adicionales de carne de vacuno y 39.000 toneladas de leche para los mercados globales.

 

¿Qué enfermedades son las siguientes?

El éxito en la erradicación de la Peste Bovina llevó a la comunidad veterinaria mundial a buscar otras enfermedades a las que enfrentarse y se acordaron tres:

  • La rabia transmitida por perros
  • La fiebre Aftosa (FMD, por sus siglas en inglés)
  • La peste de Pequeños Rumiantes (PPR)

Se espera que la erradicación de la PPR cueste 2.260 millones USD en 15 años, lo que arrojará 76.500 millones USD en beneficios para las comunidades ganaderas, casi 34 veces más que la inversión original y equivalente al 25% de la producción agraria anual del África Subsahariana.2.3

El PIB combinado del África Subsahariana es de 1,573 billones fuente.5 y la agricultura representa un 17,1% de esta suma (fuente) o 269.000 millones USD.

PLOS One Bryony Jones The Economic Impact of Eradicating Peste des Petits Ruminants: A Benefit-Cost Analysis (2016)

Antibióticos y vacunas

Las dramáticas victorias sobre las enfermedades mortales en el siglo XXI, desde la erradicación de la Peste Bovina hasta la reducción drástica de la tasa de Polio, representan un triunfo de la medicina moderna. Las personas han visto a sus familias vivir vidas saludables gracias a los nuevos tratamientos. Los ganaderos y veterinarios han curado a animales mortalmente enfermos y han evitado el sufrimiento de aún más.

Los antibióticos y las vacunas han sido herramientas fundamentales para lograr y asegurar estos logros. Las vacunas se han convertido en la base de la prevención de enfermedades, permitiendo a los veterinarios detener los brotes antes de que ocurran. Sin embargo, la enfermedad siempre será una amenaza y algunos animales enfermarán a lo largo de sus vidas. Los veterinarios dependen de los antibióticos para poder tratar a los animales enfermos.

Sin embargo, nuestro mundo está cambiando rápidamente. El cambio climático estimula brotes con mayor tasa de mortalidad, el aumento de la población sobrecarga los suministros alimentarios y las enfermedades se adaptan continuamente a las herramientas disponibles. Sin embargo, los gobiernos y las empresas farmacéuticas se han enfrentado a retos similares en el pasado y pueden continuar haciéndolo.

Mediante el desarrollo continuo de nuevos medicamentos veterinarios y el apoyo a programas de tratamiento sólidos, apoyaremos a los ganaderos y veterinarios que se enfrentan a estas amenazas en desarrollo. También debemos trabajar juntos para garantizar que los medicamentos sigan siendo eficaces, tratando a un animal enfermo con el medicamento adecuado, con la dosis correcta, en el momento oportuno y con la supervisión adecuada. Un principio conocido como "tan poco como sea posible, tanto como sea necesario".

Con este enfoque, los antibióticos y las vacunas, junto con otras herramientas clave como la nutrición, higiene y cría adecuadas, pueden ayudar a los veterinarios a proteger mejor la salud de nuestros animales en el futuro.

Los antibióticos en la lucha contra las enfermedades: un caso de estudio4

En 2005, en Lahore (Pakistán), dos docenas de caballos se vieron afectados por un brote de Muermo, una enfermedad potencialmente mortal que infecta los pulmones y mata al 95% de los animales no tratados.
Los caballos padecieron fiebre y tos, con una pérdida drástica del apetito. Comenzaron a desarrollar úlceras dentro de su sistema respiratorio; sus vidas corrían peligro.
Profesionales de la Universidad de Agricultura de Faisalabad optaron inmediatamente por un tratamiento de 12 semanas con antibióticos.
Dos meses después, los animales estaban sanos, sin síntomas de la enfermedad.
Después de un año de seguimiento, los investigadores encontraron caballos sanos sin enfermedades y sin signos de recaída.

Antibióticos: de la Antigüedad a la Actualidad

La era moderna de los antibióticos comenzó en 1928 cuando Alexander Fleming descubrió que la Penicilina podía tratar las infecciones rápida y eficazmente. Sin embargo, los historiadores han encontrado pruebas del uso de antibióticos en comunidades antiguas incluso hace 2.000 años.

  • Comunidades de la antigua China, Grecia, Serbia y Egipto presionaban pan enmohecido contra una herida infectada como una forma de tratamiento primitivo. Hoy sabemos que los antibióticos presentes en el moho confieren al pan sus propiedades curativas5.
  • Los suelos rojos de Jordania eran famosos por su naturaleza restauradora cuando se aplicaban a las heridas en la antigüedad. Actualmente, los investigadores han descubierto agentes antimicrobianos en estos suelos.
  • Los Nubios, un pueblo africano nómada, consumían regularmente Tetraciclina al preparar cerveza que contenía el antibiótico6.

Desde estos primeros tratamientos con antibióticos, nos hemos enfrentado a infecciones resistentes. Estudios recientes han hallado que ciertas cepas resistentes pueden ser rastreadas miles, incluso millones de años atrás. Es una defensa natural, evolutiva y un reto inevitable7.

Sin embargo, gracias a las técnicas y tecnologías modernas, podemos trabajar para controlar y gestionar las resistencias a los antibióticos y asegurar que los antibióticos sigan siendo efectivos en el futuro. Esto salvaguardará la salud y el bienestar de nuestras familias, comunidades y animales.

Control de la resistencia a los antibióticos

Los antibióticos eficaces salvan las vidas de innumerables personas y animales cada año. Para los millones de personas que se enfrentan a los graves síntomas de una enfermedad como la Leptospirosis (fiebre alta, dolores musculares, vómitos y otros), estas valiosas herramientas evitan consecuencias potencialmente mortales.

Sin embargo, el uso excesivo o indebido de los antibióticos puede crear cepas más fuertes de bacterias resistentes y debilitar las herramientas disponibles para combatir la enfermedad. Por ejemplo, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE. UU. estiman que una de cada tres prescripciones de antibióticos en humanos son innecesarias y podrían tratarse con otros métodos. Como resultado, han identificado 18 amenazas farmacorresistentes para nuestra salud que deben ser controladas para proteger las vidas de amigos y familiares.

Por eso, la industria de la sanidad animal cree en un enfoque simple, claro y firme para los antibióticos: tan poco como sea posible, tanto como sea necesario. Cada enfermedad es única, sin embargo, al trabajar con profesionales, desde veterinarios hasta expertos de la administración en salud pública, los ganaderos pueden desarrollar el tratamiento adecuado para mantener a nuestros animales sanos, preservando al mismo tiempo estas herramientas para el futuro.

Sin embargo, no podemos resolver este problema solos. Dos o tres de las 18 amenazas de resistencias a los antibióticos identificadas por los Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de EEUU pueden originarse en animales (Campylobacter y Salmonella no tifoidea). Hacerles frente significa que los sectores de la salud humana y animal deben colaborar de manera abierta y transparente centrádose en la búsqueda de soluciones claras y prácticas.

Cuando los animales enferman, sufren como nosotros. Los veterinarios y ganaderos no pueden permitirse el lujo de perder los antibióticos o los animales pagarán el precio. Gestionar las resistencias puede ser difícil, pero es posible. Si los expertos de salud humana y animal trabajan mano a mano en este desafío, podremos salvaguardar nuestra salud para las generaciones futuras.

El papel de las empresas de sanidad animal en la conservación de los antibióticos:

  • Defender el principio clave del uso responsable: "tan poco como sea posible, tanto como sea necesario".
  • Abogar por un uso más específico de antibióticos compartidos.
  • Garantizar que los antibióticos utilizados tanto en las personas como en los animales (clase compartida) se utilicen únicamente para el tratamiento y control de enfermedades y no para promover el crecimiento de los animales (en Europa el uso de antibióticos como promotores de crecimiento está prohibido).
  • Buenas prácticas de higiene y gestión para prevenir la propagación de la infección.
  • Defender el hecho de que los antibióticos son una manera de mantener sanos a los animales, pero no la única.
  • Investigar técnicas y tratamientos nuevos e innovadores, como las vacunas, para tratar y prevenir enfermedades que reduzcan la carga de los antibióticos para hacer frente a enfermedades complicadas.

Una base para la prevención de enfermedades

Ya sea con un animal o con una persona, los profesionales de la salud siempre tratan de prevenir enfermedades en lugar de tratar un brote. Esto no solo mantiene al paciente sano, sino que es más sencillo, fácil y rentable.

Las vacunas son medicamentos que mejoran la inmunidad frente a una enfermedad, han sido el fundamento de la prevención de la enfermedad desde que se desarrollaron las primeras vacunas a finales del siglo XIX. La vacunación ha erradicado la viruela en los seres humanos y la peste bovina en los animales y puede controlar otras enfermedades contra las que no existe ningún otro tratamiento, como la fiebre aftosa, el moquillo canino y la rabia.

En los próximos años, las campañas internacionales lucharán para erradicar enfermedades mortales como la poliomielitis en humanos y la Peste de Pequeños Rumiantes (PPR) en el ganado a través de programas sólidos de vacunación. Sus esfuerzos salvarán miles de vidas, transformarán las comunidades agrícolas rurales y mejorarán la calidad de vida de los animales y de las personas.

Sin embargo, la prevención de enfermedades no es un reto estático. Las enfermedades evolucionan constantemente y continuamente surgen nuevas cepas. Sin embargo, las empresas de vacunas han trabajado durante décadas para mantenerse ágiles y adaptarse. Sus esfuerzos se centran en la prevención de enfermedades no solo hoy, sino también en el futuro.

Gracias a las tecnologías modernas y a la investigación de vanguardia, los científicos están desarrollando nuevas vacunas contra enfermedades que tienen pocos tratamientos eficaces. Esto puede suponer la transformación de regiones enteras para una enfermedad como la Brucelosis, que infecta a 500.000 personas a través de la transmisión de la enfermedad de los animales a las personas.

Durante siglos, los innovadores, desde Louis Pasteur hasta las empresas farmacéuticas modernas, han trabajado incansablemente para ofrecer nuevas vacunas. Son los cimientos de la prevención de enfermedades y siguen siendo herramientas esenciales para proteger la salud de nuestros animales de ganadería y compañía.

Cinco tendencias para los próximos cinco años

Mejor tecnología de vigilancia para identificar mejor las amenazas de enfermedades

Las tecnologías portátiles ayudarán a llenar el vacío de información sobre el movimiento y la aparición de enfermedades del ganado en todo el mundo. Por ejemplo, los estudios piloto han demostrado cómo los agricultores, los trabajadores de salud y los veterinarios de los países en desarrollo pueden usar aplicaciones de teléfonos inteligentes para compartir imágenes y datos de animales enfermos, lo que puede acelerar la capacidad de identificar y reportar enfermedades.

Las nuevas tecnologías mejoraran la forma en la que se tratan las enfermedades en animales

Los datos obtenidos por satélites se han utilizado para crear un mapa donde se registran las precipitaciones en grandes extensiones de territorio, para ayudar a predecir futuros brotes de enfermedades como la fiebre del Valle del Rift, fuertemente influenciada por las condiciones climatológicas locales. Investigadores en distintas partes del mundo en las que el ganado se cría en áreas extensas, están estudiando las posibilidades del uso de crotales "inteligentes": pequeños dispositivos que transmiten de forma continua los movimientos de los animales, pudiendo advertir sobre un inminente brote de enfermedades, como consecuencia de la disminución de la actividad en los animales enfermos.

Mayor énfasis en el bienestar de los animales

Si los animales mantenidos por las personas (como fuente de alimentación o como animales de compañía) disfrutan de una calidad de vida razonable, los esfuerzos para mantener su salud son un componente necesario para mejorar su bienestar.

Mayor colaboración entre los sectores público y privado

Los recientes brotes de Lengua Azul y de Schmallenberg en animales y de Ébola en humanos han demostrado que se pueden realizar grandes progresos cuando se combinan las instituciones de investigación financiadas con fondos públicos y las habilidades de desarrollo de productos del sector privado9.

Más tratamientos disponibles para todas las especies

El incremento de consumo de proteínas de origen animal por parte de las personas, puede traducirse en que la salud de las especies menores gane cada vez más importancia. Encontrar nuevos medicamentos veterinarios y entornos de mejor calidad para las explotaciones de acuicultura será crucial.

¿Y si...?
References